miércoles, 11 de febrero de 2009

No digas

Aquella vez, el momento en que te encontré, la butaca de la última columna, al lado de las pobres ventanas, a gran distancia de mi estabas tú. Pensé, te miré y dije: me arriesgo?...No pude pensar mucho, no lo haría. Te ofrecí mi mano, la mano de "aquí estoy" no pensaste mucho antes de tomarla, lo noté, me alegró.

Días pasaban y me convertí dependiente de tí...y tú de mí. Buscabas mi apoyo en mis ojos y en mis hombros... Sabías que nunca me iría.

Al final todo terminó arruinado, pero ya no importa.
Dices hoy que ya no me tienes, eso crees? Lo piensas cuando sabes que mi alma te persigue aún cuando tratas muchas veces de alejarla? Pero ella aún asi persiste, te quiere con ella, te quiere conmigo.

Me preguntan y no sé explicar la razón de todo esto... Pero así lo es, cuídala.

Sólo nunca digas que no estoy, aquí estoy, más que nunca y me preocupa. No quiero ser dependiente de tí, la verdad.

1 comentario:

laura cusco dijo...

bruuujaaaa!!!!!
como siempre teniendome en cuenta!! tu sabes k te kiero muuuchooOOoooOOO!!! me gusto muuuuuuuuchoOOOO!!!!