sábado, 12 de septiembre de 2009

Solo fue ceguera


Aquella insuficienta que [desgarraba] la sonrisa de la nina.

En las aceras esperó el agua, agua que acompanaba su río de lágrimas, agua que traía consigo impurezas... Hilos, papeles, ojas, alas, afecciones...miseria. Pero ella... Ella gustaba la inmersión en el agua, aún cuando sentía la [fragilidad] de sus piernas al salir.

En las aceras esperó el fuego que con el traía piedras de su volcán, piedras que golpeaban su rostro, humo que [intóxicaba] sus pulmones, cenizas que ensuciaban sus pies y su mirada era nublada. Pero ella... quería el fuego que calcinaba sus deseos, las ansias, la alegría... Su infancia.

En las aceras esperó la llegada del viento, un viento repugnado por tantos. Pero ella... Ella quería el viento, quería el polvo que traía con él, el olor a gastado, a la [antiguedad], sin importar que tan segura estaba de que el viento la arrastrabas a orillas más allá del pozo.

Ella gozó su propia insania, la desalma de lo que esperó... Solo por buscar encontrarse consigo misma, crecer viendo la sustantividad que el orbe le mostraría quizás más adelante.

Hoy...La nina con su sonrisa [exánime] se enfrenta a los restos de la ceguera de su infancia.



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